La aventura de tener frente a vos un casa vacía y llenarla con tu estilo propio y tu energía, ¿por dónde empezar?
Es muy difícil cuando te enfrentás a tu nueva casa totalmente vacía, sin muebles, sin nada. Surgen mil dudas: ¿Qué estilo? ¿Cómo elijo los colores? ¿Por qué habitación empiezo? ¿Todo junto? ¿De a poco?
Para las que ya tienen su casa lista, no dejen de leerlo porque siempre viene bien saber algún tip que nos permita hacer nuestra casa cada vez más cómoda y linda.
¿Por dónde empezar?
Cuando te plantees decorar tu casa por primera vez es buena idea empezar por el living. Es el lugar más importante de la casa -donde pasás más tiempo- el lugar en el que disfrutas de descansar un rato y donde te reunís con tu familia y amigos.
Los muebles esenciales no pueden faltar: el sofá. Después irán llegando los muebles auxiliares, los textiles, los complementos, etc.
¿Cómo elegir los muebles?
Para decorar la casa por primera vez es necesario ir de a poco. No compres cosas que después no sabés cómo encajar, ni cómo hacer que funcionen todas juntas en un espacio que te parecía más grande de lo que realmente es.
Mi consejo es que vivas la casa un tiempo antes de comprar los muebles. Obvio que no es cómodo, pero te aseguro que te vas a ahorrar plata y el resultado va a ser mucho mejor.
Una vez que tengas más idea de cómo es tu casa y la hayas habitado un tiempito, comprá los muebles más importantes y siempre con el metro a mano. Después andá agregando piezas poco a poco, pero sin llenarte de cosas. Distribuí bien los muebles y dejá entre ellos suficiente espacio de circulación.
¿Funcionalidad o estética?
Siempre primero la funcionalidad. Y acá tengo que hacer una autocritica. Soy muy de comprar por estética y ¡marido odia que haga eso! Y tiene razón, lo importante es sentirse cómodo, porque eso nos hace la vida más fácil. Si nos flechamos con un sofá pero no lo sentimos confortable, entonces sigamos buscando hasta encontrar la funcionalidad y la estética por partes iguales.
¿Cómo elegir los colores?
Los colores neutros, luminosos y claros: para las paredes. No te vas a equivocar nunca. Si querés dar un efecto más trendy, pinta una de las paredes de la habitación en un color más oscuro, pero solo una.
Los color fuertes para los complementos, mucho más fáciles de sustituir si te aburrís.
Otra cosa, los tonos cálidos van mejor en el living, la entrada y la sala de estar. Para los dormitorios van mejor los colores más tranquilos y relajantes.
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